Para entender la técnica hay que saber que se trata de un endoscopio convencional pero mas largo (2 metros) con un sobretuvo de poliuretano transparente a modo de camisa y un sistema de balones inflables con presión nemática controlada, uno en el extremo del endoscopio, y otro en el extremo del sobretubo. El principio es sensillo y la técnica parece facil en una primera mirada. Lo que se hace basicamente, es enebrar el intestino en el sobretubo del enteroscópio valiendose del sistema de los dos balones, el del sobretubo que se infla para anclar el intestino y avanzar el endoscopio, y el de este ultimo, que se infla cuando ya no podemos avanzar mas por dentro del intestino. Lo que hacemos entonces es acercar los dos balones y de esa forma telescopiamos el intestino en el sobretubo. Asi lo hacemos reiteradamente avanzando 40 cm por vez y de esa forma avansamos hasta donde la técnica lo permite. Es un trabajo tedioso y que requiere habilidad y paciencia. Puede llegar a durar varias horas ver todo el intestino. Su gran ventaja radica en la posibilidad de pasar instrumentos por el canal de trabajo para tratar diferentes tipos de lesiones.