Enfermedades

Dispepsia funcional.
La dispepsia funcional (DF) es el nombre de una enfermedad crónica, benigna en su naturaleza, e impredecible en su evolución y cuya causa tienen que ver con el funcionamiento digestivo. Algunos estudios sugieren que la DF es una condición crónica, con un 50% de pacientes aproximadamente que continúan experimentando síntomas luego de 5 años de seguimiento. Al igual que otros trastornos funcionales del tracto digestivo es benigno (nadie se muere de una dispepsia funcional) e impredecible en su evolución y aparición (uno puede experimentar días buenos, días malos, meses buenos y meses malos). Mientras que la definición de DF ha cambiado a lo largo de los años, el trastorno es generalmente considerado como un grupo de síntomas que se originan en el tracto gastrointestinal superior (estómago e intestino delgado superior) en ausencia de cualquier causa estructural (orgánica) o enfermedad metabólica que pudiera explicar los síntomas. ¿Que es lo que causa la dispepsia funcional? Las causas de la dispepsia funcional son probablemente múltiples. 1-Existe alguna evidencia que implica cierta predisposición genética a un mal funcionamiento de los músculos del estomago (alteración motora) y de los plexos nerviosos del mismo (hipersensibilidad viceral). Se han identificado cambios en la función gástrica en muchos pacientes con DF. En aproximadamente 40% de los pacientes con dispepsia, el estómago no se relaja normalmente en respuesta a una comida. Esto se conoce como “alteración en la acomodación gástrica” y puede estar asociada con síntomas de saciedad precoz (estar lleno con poco) en algunos pacientes. También se observan alteraciones de las contracciones y del vaciamiento gástrico en un porcentaje similar de pacientes. La alteración del vaciamiento gástrico ha sido asociada con síntomas de distensión y sensación de plenitud (sensación de ”tardar en hacer la digestión”). Al menos dos tercios de los pacientes con dispepsia funcional presentan mayor percepción de la actividad gástrica, lo que se denomina hipersensibilidad visceral. Normalmente uno no debería sentir los procesos digestivos. Frecuentemente, en la dispepsia funcional, la hipersensibilidad visceral genera que uno perciba las contracciones en forma de calambres, o la distensión del órgano en forma de los síntomas antes enumerados. 2- Aunque la infección por la bacteria Helicobacter pylori en el estomago puede producir síntomas de dispepsia, existe poca información para apoyar el rol de esta bacteria como causante de los síntomas en la mayoría de estos pacientes. Se sabe que en Argentina casi la mitad de la población esta infectada lo que hace que cualquier estudio epidemiológico que permita establecer una relación causal sea extremadamente difícil sino imposible. Por otro lado esta demostrado que en los países con alta tasa de infección como la Argentina la respuesta al tratamiento antibiótico no mostró beneficios. Por estos dos puntos no podemos asignarle a esta infección la causa de esta enfermedad. 3-Los factores psicológicos pueden influir en la experiencia del síntoma en algunos pacientes con dispepsia funcional. Se sabe que como en otros trastornos funcionales del tracto digestivo , existe un eje cerebro- estomago que esta mediado pos sustancias químicas que viajan por la sangre o por los plexos nerviosos. Estas sustancias aumentarían frente al stress emocional. Es muy común que el paciente refiera que los síntomas empeoran cuando esta más nervioso.
Síntomas

La dispepsia o síndrome dispéptico es un conjunto de síntomas que incluyen dolor o molestias en el abdomen superior así como síntomas de quemazón o ardor en el mismo lugar, sensación de plenitud (sensación de estar lleno con muy poco), saciedad precoz (a las 17 hs parece que hubieras almorzado hace 30 minutos cuando en realidad lo hiciste al mediodía), náuseas, eructos y distensión.
Mientras los síntomas de dispepsia pueden aparecer debido a enfermedades como la úlcera péptica, la gastritis, la enfermedad celiaca, tumores, etc., la gran mayoría de los pacientes con síndrome dispéptico (que para no confundirnos la llamaremos dispepsia no estudiada) tienen finalmente el diagnóstico de dispepsia funcional.
 

Diagnóstico

La Asociación Americana de Gastroenterologia (AGA), en una reunión realizada en San Diego, EEUU, en el año 2012, estableció las normas de evaluación para pacientes dispépticos y en su contenido se establecen los criterios que deben emplearse, así como los estudios necesarios para su diagnóstico.

Esta metodología tiene como base conceptual la estratificación de pacientes de acuerdo al riesgo de presentar una enfermedad neoplasica o no. Se basa en criterios que tienen en cuenta la edad, la jerarquía de los síntomas, y también la presencia o no de alteraciones en el estado emocional, es decir la presencia de un estado de estrés.Toda esta criteriosa evaluación apunta, por un lado a optimizar el uso racional de los recursos económicos disponibles en las instituciones asistenciales publicas, en los sistemas de salud privados y de los propios pacientes particulares, y por el otro, a evitar someterlos a un riesgo, que si bien puede ser mínimo, no deje de ser innecesario.

Siguiendo estos criterios, lo que recomiendan, es de acuerdo a cada caso, o bien intentar un ensayo terapeutico con medicacion y evlauar la respuesta dentro de las 4 semanas, o bien estudiar al paciente de inicio mediante estudios endoscopicos (VEDA), ecograficos, y de laboratorio.

Sin lugar a duda la mejor forma de acercarce a un diagnostico de dispepsia es la consulta medica, en donde se escucha al paciente, necesitando solo 2 sillas y un escritorio. 


 

Tratamiento

Al igual que otros trastornos funcionales del tracto digestivo, la dispepsia funcional se puede manejar al punto de permitirnos realizar una vida normal, y hasta olvidarnos de que la padecemos. Siguiendo estas medidas:


1-Dieta


La mayoría de los pacientes con DF tienen síntomas asociados con la ingesta de alimentos. Por ello, suelen hacerse una variedad de recomendaciones acerca de la dieta, aunque ningún estudio clínico ha evaluado formalmente a las intervenciones específicas de la dieta en el tratamiento de la DF. Existe información limitada, pero una dieta grasa puede inducir o exacerbar síntomas y los pacientes suelen reportar mejoría con comidas bajas en calorías y comidas en porciones más pequeñas.

2-Cambios en el estilo de vida.

  • aumentar la ingesta diaria de agua a por lo menos 2 litros por dia.
  • intentar mantener un horario adecuado y fijo para las comidas, por lo menos para las
  • cuatro principales. Intentar que sean momentos de tranquilidad y sin apuro.
  • masticar bien cada bocado y hacer pausas mas prolongadas de lo habitual entre
  • bocado y bocado.
  • realizar actividad física aeróbica por lo menos tres veces por semana al menos media hora por día.
  • intentar realizar actividades para bajar el nivel de ansiedad o stress.
  • tratar de tener pensamientos positivos y buscar situaciones que te reconforten.

3-Erradicación del H. pylori


Aunque los estudios y el tratamiento para el H. pylori están recomendados y usualmente son utilizados, la erradicación de la infección por H. pylori generalmente no mejora los síntomas en pacientes con dispepsia. Existe un pequeño beneficio sobre el placebo en la erradicación del H. pylori y un reciente análisis encontró que solo uno de 14 pacientes con DF infectados con H. pylori se beneficia con el tratamiento.
 

4-Medicamentos que disminuyen el ácido gástrico.
 

Los bloqueantes H2 como la ranitidina (Taural), son los agentes de uso inicial utilizados por los médicos de atención primaria y son parcialmente mejores que el placebo en mejorar el dolor en el abdomen medio-superior (epigastrio) aunque no mejoran los otros síntomas de dispepsia. Si los bloqueantes H2 fallan en mejorar los síntomas, la mayoría de los médicos utilizan un inhibidor de la bomba de protones (IBP)-omeprazol, lansoprazol, rabeprazol, pantoprazol o esomeprazol.
Existe información reciente sugiriendo que el uso prolongado de IBP (mas de 10 años) al combinarse con otros factores de riesgo, pueden colocar a algunos pacientes con algún grado de inmunocompromiso, en un incremento de riesgo para colitis por clostridium difficile, o neumonía por microaspiraciones y fractura de cadera. No obstante, el riesgo global del uso a largo plazo de los IBP parece ser relativamente pequeño si no insignificante.
 

5-Agentes proquinéticos (pro: a favor , kinesis: movimiento).


Existe información que sugiere que los síntomas de sensación de plenitud, saciedad precoz, y molestias luego de la comida, pueden responder ante el uso de medicamentos que incrementan la motilidad gastrointestinal y el vaciado estomacal (agentes proquinéticos).
Los medicamentos tales como la metoclopramida (Reliveran) y la domperidona (Euciton) son en la actualidad las drogas más utilizadas. Desafortunadamente, la metoclopramida tiene efectos adversos significativos que incluyen la ansiedad, somnolencia, disminución de la libido, y tumefacción mamaria así como trastornos neurológicos del movimiento. La domperidona parecería reducir estos efectos. La utilidad de la terapéutica proquinética en la dispepsia funcional, no está probada hoy en día por estudios, aunque en la práctica diaria encontramos respuesta favorable en forma frecuente.

6-Terapias de acción central
 

La mayor parte del control de las funciones y sensaciones digestivas están bajo el control del sistema nervioso central; las drogas que se dirigen a los mecanismos centrales de control pueden tener valor en el alivio de los síntomas. Los antidepresivos tricíclicos (amitriptilina 25 mg (Trypatnol)) utilizados en dosis más bajas que las requeridas para tratar la depresión, pueden mejorar los síntomas de dispepsia en pacientes en los que no se han beneficiado con el tratamiento con los medicamentos anteriores.
Otra clase de antidepresivos, los inhibidores de la recaptación de serotonina, no han sido bien estudiados en el tratamiento de la DF, sin embargo, aparecen como efectivos en el tratamiento de otros trastornos funcionales digestivos (Paroxetina, Sertralina). Finalmente, estabilizadores del estado de animo (Escitalopram) mostraron muy buenos resultados.
La hipnoterapia puede mejorar los síntomas de dispepsia en algunos pacientes y un estudio reciente halló que la hipnoterapia fue mejor que el tratamiento médico y la terapia de soporte en la mejoría de la calidad de vida y las escalas de síntomas. Aunque no están bien estudiadas las terapias psicológicas, incluyendo la terapia cognitivo conductual, también pueden mejorar síntomas de dispepsia.



 

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